El hotel tiene una ubicación genial y la habitación era luminosa, con mucho espacio. Aunque el desayuno fue bastante básico, el trato del personal me hizo sentir bienvenido. La limpieza del baño estaba a la altura. Vale la pena por lo que pagas.

Disfruté de la limpieza y el baño reformado. La habitación era luminosa y tenía un balcón con vistas al río, lo cual hizo mi estancia aún más especial. Además, el personal fue muy amable, siempre dispuesto a ayudarme con cualquier consulta.

Las camas eran un poco incómodas.

no dudaría en volver

Me encantó la habitación con vistas al río, era increíble. La terma justo debajo fue una sorpresa agradable. La ducha reformada era perfecta y todo el lugar estaba muy limpio. Además, el chico de recepción nos hizo un plan para disfrutar de las termas. Recomendable para un finde relax.

La verdad es que el 'hotel' Ansuiña podría ser encantador, pero es difícil disfrutar cuando el personal es tan desinteresado. No había calefacción, por supuesto, y ni una cortina en la ventana. Casi esperaba un upgrade por mis molestias, pero supongo que eso es mucho pedir. Podría haber escrito una buena reseña, pero no pude.

Me encantó la limpieza y el baño reformado. El personal fue muy amable y servicial. El desayuno en la terraza es una gran opción, especialmente con vistas al río. La ubicación es tranquila, perfecta para relajarse. Volvería sin dudarlo. 😊

Naturaleza envolvente

Durante mi estancia, disfruté de la tranquilidad del entorno natural que rodea al hotel. Las vistas eran impresionantes y la limpieza de las instalaciones fue satisfactoria. El personal siempre mostró amabilidad en cada interacción.

Sin embargo, el desayuno dejó mucho que desear. era limitado y de calidad básica. Las camas también podrían necesitar renovación, ya que eran un poco incómodas para descansar por la noche.

Las instalaciones son encantadoras y el personal es un amor. Además, los precios son de risa, ¡como salir a comer por menos de un cafe en Londres!

La organización con papel y bolígrafo es tan vintage que parecía un museo.

Los colchones eran muy incómodos, pero la limpieza fue satisfactoria.

Situado cerca del río, el hotel es ideal para quienes buscan tranquilidad. Aunque el mobiliario necesita una renovación y las camas son un poco incómodas, el baño estaba completamente reformado y todo estaba muy limpio. La atención del personal fue excepcional. al llegar tarde, nos atendieron amablemente y nos ofrecieron agua. Aunque el desayuno no estaba incluido, fue una buena opción a precios económicos y se puede disfrutar en la terraza con vistas al río.

La habitación en la primera planta tenía mucha luz gracias a una gran puertaventana y un balcón abierto, bastante agradable para disfrutar del sol. También, aunque no se menciona explícitamente, tenía un aire fresco que podría ser agradable en el contexto adecuado.

La falta de cortinas en la ventana hacía que la intimidad fuese nula, ya que cualquiera podía mirar desde la calle. La limpieza no estaba a la altura, con algunos detalles que podrían mejorar, como pelo en las sábanas y un cierto descuido en la atención de los espacios comunes. Además, los colchones eran incomodísimos, afectando la calidad del sueño. El sistema para acceder al hotel fue un caos, pues al llegar no encontré a nadie en recepción, lo que complicó el proceso de check-in. En la cena, la comida también dejó que desear, con un servicio confuso y platos poco apetitosos, como tortillas que no convencieron.

La cama era increíblemente cómoda y el baño estaba reformado con mucho gusto. Una decoración inesperada en las toallas fue una agradable sorpresa. Definitivamente volveré.

el entorno es muy tranquilo y puedes desayunar en la terraza con vistas al rio. las camas son un poco incómodas.